Hola a tod@s!!
Soy Jacobo, trabajo en la Casa Familiar Manolo Torras y comparto este proyecto con Tamara Negrín, la artista. Me gustaría comentar a los clientes y cualquier persona que visite la página cómo surgió el proyecto.
Desde que conozco a Tamara me ha sorprendido la habilidad y el don innato que tiene para dibujar. La primera vez que la vi, en una actividad que realizaba en las calles de La Orotava la empresa para la que yo trabajaba entonces, encontré a una chica muy tímida, sentada en un portón con una libreta, un lápiz y con mucho frío. Me acerqué y le ofrecí mi chaqueta, que aceptó sin apenas hablar: estaba dibujando. Estaba en su mundo y parecía no tener mucho interés por la actividad que se estaba realizando y en la que participaban todos sus compañeros y compañeras. Me alejé y la dejé con sus cosas…
Al poco tiempo tuve la oportunidad de coincidir en una salida a las piscinas de Bajamar y allí estaba ella, con la toalla, un bloc de dibujo y su lápiz. Esta vez me acerqué y me interesé por lo que tenía entre manos, debía ser muy importante para ella, ya que en ese lugar todos estaban en el agua o jugando, pero ella dibujaba. Cuando le pregunté por los dibujos, se le iluminó la cara y comenzó a enseñármelos uno por uno… todos tenían un nombre y una historia detrás, además, hablaba con gran entusiasmo de cada una de las historias que había en cada folio… me quedé asombrado. Nunca me imaginé que aquella chica tímida y distante, tuviera esa sensibilidad que expresaba, quizás solamente, a través de los dibujos. Allí había animales, personas, monstruos… todos con un estilo inconfundible, y cómo no, como ella misma dice: todos los había hecho ella, sin copiarse.
Meses más tarde tuve la oportunidad de trabajar con ella en una casa de La Laguna y fue allí donde la conocí más profundamente. Tamara es como un oceáno. Se mueve como quiere y hacia donde quiere, nadie la puede parar. La belleza de sus dibujos hacen que no puedas dejar de pedirle que te enseñe más, y que, por supuesto, te explique qué es cada cosa y cómo se le ocurrió. Tamara es una artista, y como artista, sus obras tienen vida, y con su vida, una historia.
El tiempo jugó a mi favor, y aunque dejé de trabajar en aquel sitio, nuestros caminos se volvieron a cruzar en un golpe de suerte que me dio la vida. La Casa Familiar Manolo Torras me dio la oportunidad de trabajar en sus hogares, y cual fue mi sorpresa, que allí me encontré de nuevo a Tamara. Algo más mayor, moderna e independiente, estaba allí, y seguía dibujando… Sin dudarlo, le pregunté por sus dibujos, y ella, sin dudarlo, me los enseñó. Yo diría que en ese momento se sembró la semilla de MultisuitsUwu.
Con el paso de los días, en el fragor de la batalla del hogar, y en uno de nuestros encuentros semanales en los que hablábamos de qué hacer en el futuro y de cómo ganar algo de dinero para seguir comprando material, se nos ocurrió una idea a Tamara, a nuestro compañero Yauci y a mi: hacer de su arte, un trabajo. Sin dudarlo, nos pusimos manos a la obra, y con la energía de Yauci, mi obsesión por el orden y el arte indomable de Tamara, pactamos que tendríamos que dedicarle (en ese momento) tres horas al día por las mañanas para elaborar diseños que se pudieran vender.
Los artistas son así, y Tamara, es Tamara… como un océano. Ni fueron tres horas, ni fue sólo por la mañana: fue cuando ella quiso y el tiempo que ella quiso, pero lo consiguió, así que jamás le reproché nada. Los diseños fueron saliendo y llegaban a mi correo electrónico… aunque nunca cumplió un horario, cumplía con el trabajo. La belleza de los dibujos combinaban su alma casi infantil con unos trazos limpios y cuidados… ¿y cómo lo lograba? pues muchos se sorprenderán, pero sólo necesitaba un lápiz, un folio y su tablet. Yo sólo la ayudaba a escanear los dibujos que hacía.
Cuando tuvimos algunos dibujos, unas amigas me recomendaron una plataforma en la que los artistas podían usar sus ilustraciones par imprimirlas en ropa y así venderlas cobrando por el diseño. Ese sería ya el florecer de MultisuitsUwU. Nos pusimos de nuevo el mono de trabajo, Tamara diseñaba y maquetaba las prendas y yo me encargaba del «rollo» informático… un buen equipo, cada uno a lo que se le da. En unos cuantos días ya teníamos una tienda online y en otro par de días ya tenía Tamara su primera venta… y seguro que no la última.
Como un océano enfurecido a veces, y en calma otras, Tamara se va abriendo paso hacia tierra. El proyecto MultisuitsUwU acaba de empezar, y con él muchas ilusiones y proyectos, porque el océano nunca para quieto, porque siempre se mueve y siempre cambia.